Hace algunos meses hablamos de la junta de la culata, una de esas piezas del coche que suenan demasiado cuando aparecen problemas en nuestro vehículo. En este artículo hablaremos de otra pieza que es de vital importancia y está relacionada con la junta: la propia culata del motor.
En Desguace Alarcón estamos para ayudarte a conocer mejor lo que tienes que saber sobre la culata.
Qué es la culata y su función
La culata es un elemento con función estructural y de soporte de otros componentes. Otra de sus funciones es la de evitar pérdidas de compresión. Para que cumpla su cometido de forma correcta, la culata suele estar hecha de hierro o aleación de aluminio revestido de acero.
Ambos materiales consiguen tener un equilibrio entre resistencia y conductividad térmica. Estas propiedades permiten mejorar el rendimiento de nuestro vehículo, ya que se libera el calor de forma adecuada en la cámara de combustión y mejora el nivel de compresión.
La culata se une al motor, tanto por tornillos, como por la famosa junta de culata, cuyo objetivo es el correcto sellado de ambas piezas y así evitar fugas de compresión y aguantar altas temperaturas.
La culata es una estructura de base para diversos componentes del motor, por lo que su avería puede ser desastrosa para la estructura del motor.
Además, también puede contar con conductos de refrigeración, en caso de que el motor cuente con refrigeración líquida. De esta forma, aparecen zonas determinadas para que pase el agua y el aceite.
Detección de la avería de la culata
El humo blanco continuo en el coche es una de los síntomas más importantes que nos pueden preavisar de un problema en la culata. Una de las razones por las que sale humo blanco es por la entrada de agua en el sistema de combustión.
Si la razón es la rotura de la culata, debemos ir inmediatamente al mecánico o, lamentablemente, pensar en comprar otro coche.